Dios sale al encuentro
Dios sale al encuentro Una de las más hermosas descripciones de Dios en pos de la persona es la de Francis Thompson en el poema The Hound of Heaven. Yo huía de Él, durante las noches y durante los días; yo huía de Él en el transcurso de los años; yo huía de Él por las laberínticas sendas de mi propia mente; y en medio de las lágrimas me escondía de El, lo mismo que entre la risa pasajera... Dios sale al encuentro, y nosotros huimos, Dios está presente en todos los momentos de nuestra vida. Dios se encuentra siempre disponible para nosotros. No tenemos más que hablarle. Ahora. Hoy. Esta noche. El comprende nuestro lenguaje, nuestros temores, nuestros secretos, nuestra amargura. El no te considerará como un sentimental si le hablas afectuosamente del pasado, si eres ya viejo. No se apartará de ti aunque seas un mentiroso, un ladrón, un asesino, un hipócrita, un traidor. Dios siempre sale al encuentro del ser humano, de la oveja perdida, del hijo que se marchó ...