VISITANDO A JESÚS
VISITANDO A JESÚS
A veces la vida nos sumerge en situaciones inesperadas, que no deseamos, pero que debemos afrontar. Y no sabemos cómo.
A veces la vida nos sumerge en situaciones inesperadas, que no deseamos, pero que debemos afrontar. Y no sabemos cmo.
Segu orando: Seor Hazme un instrumento de tu paz y me march al trabajo. All me llen de inquietudes y me hice muchas preguntas Me llen de muchos por qu?.
Un amigo me pregunto:
Qu te ocurre?
Tengo muchas preguntas, le respond. Y voy a ver al que tiene las respuestas.
Sal unos minutos para ir a una capilla cercana, donde estaba el Santsimo.
Entr saludando: Hola Jess. Y me qued un rato con l, preguntndole. Y por respuesta: un silencio abrumador.
Record las palabras que un amigo sacerdote me dijo: Desde el Sagrario, l te ve y l te oye.
Y yo pens que no me vea y no me escuchaba.
Cuando me mont en el auto para volver a mi trabajo inici este dilogo conmigo mismo, como si otra persona a mi lado me preguntara:
Encontraste tus respuestas Claudio?
No Jess no respondi mis preguntas".
Me qued un rato en silencio y continu: "Curiosamente, llevo una gran Paz conmigo, una paz interior que no esperaba y que sobrepasa lo que soy capaz de contener.
Acaso olvidaste estas palabras de Jess?: Mi paz os dejo, mi paz os doy l te da lo que necesitas, no siempre lo que pides.
En ese instante comprend. Qued tan impresionado que saqu mi vieja libreta del bolsillo de mi camisa y escrib esta vivencia.
Me pas la maana pidindole:
Hazme un instrumento de tu Paz.
Jess s respondi! Y de la manera ms impactante que puedas pensar.
Sabes, no podemos dar lo que no tenemos. No puedo ser instrumento de algo que no tengo. Y aquella dulce maana, l me dio su Paz.
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