Escuchar el silbido del amor


Escuchar el silbido del amor

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, te amo pero sé que jamás podré recompensar suficientemente el amor tan grande y tan maravilloso que me has tenido. Por eso me pongo humildemente a tus pies y me dejo amar. Tú conoces muy bien mi corazón y conoces todo lo que llevo en mi interior, mis penas y mis alegrías. Por eso, en el silencio de este nuevo día, vengo a ponerte mi corazón en tus manos para que lo llenes de amor y pueda hacer la experiencia profunda de sentirme amado.

Del santo Evangelio según sanJuan 10,11-18

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida pos sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.

El Padre me ama porque doy mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita, yo la doy porque quiero. Tengo el poder para darla y lo tengo también para volverla a tomar. Éste es el mandato que he recibido de mi Padre".

Palabra del Señor.

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy, voy a leer con calma el salmo 22, preferentemente en una iglesia.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ORACION A SAN CARALAMPIO

María y la Resurrección de Cristo

Las bienaventuranzas: ¡Dichosos los Pobres!