Levántate, toma tu camilla y anda
Levántate, toma tu camilla y anda
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, una vez más estoy aquí, en tu presencia. Sólo vengo a rendirme a tus pies, a decirte que te amo y que te necesito. Todo mi ser te anhela. Mi alma está sedienta de Ti como una tierra árida que necesita y añora el agua.
Mi corazón está inquieto, busca una felicidad que no se acabe, un amor que jamás termine, una belleza que nunca se marchite…en resumidas cuentas, busco tu rostro. ¡Muéstrame tu rostro! Deseo descubrirte en cada segundo y circunstancia de mi vida. Ayúdame, pues yo te busco…pero sólo Tú puedes encontrarme. Ayúdame a escuchar tu voz.
Del santo Evangelio según san Juan 5, 1-16
Era un día de fiesta para los judíos, cuando Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina llamada Betesdá, en hebreo, con cinco pórticos, bajo las cuales yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban la agitación del agua. Porque el ángel del Señor descendía de vez en cuando a la piscina, agitaba el agua y, el primero que entraba en la piscina, después de que el agua se agitaba, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera. Entre ellos estaba un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Al verlo ahí tendido y sabiendo que llevaba mucho tiempo en tal estado, Jesús le dijo: "¿Quieres curarte?". Le respondió el enfermo: "Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua. Cuando logro llegar, ya otro ha bajado antes que yo". Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda". Al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar.
Aquel día era sábado, por eso los judíos le dijeron al que había sido curado: "No te es lícito cargar tu camilla". Pero él contestó: "El que me curó me dijo: "Toma tu camilla y anda". Ellos le preguntaron: "¿Quién es el que te dijo: "Toma tu camilla y anda?". Pero el que había sido curado no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la muchedumbre. Más tarde lo encontró Jesús en el templo y le dijo: "Mira, ya quedaste sano. No peques más, no sea que te vaya a suceder algo peor". Aquel hombre fue y les contó a los judíos que el que lo había curado era Jesús. Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.
Palabra del Señor.
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a animar a quien vea desanimado.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
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