Un tejido de misericordias


Un tejido de misericordias

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

«Bendice al Señor, alma mía,que todo mi ser bendiga a su santo Nombre» (Salmo 103) Te doy gracias, Señor, por estar aquí. A veces mi fe es pobre, por eso te pido que me la aumentes. Al contemplar la Eucaristía, al ponerme delante de ella me doy cuenta, al menos en parte, del gran misterio y del gran amor. Que mi Dios esté en ese pequeño trozo de pan me deja maravillado y lo único que me viene es darte gracias porque, para quedarte con nosotros, te has hecho pequeño y nos esperas para que pasemos un momento de encuentro profundo. Te alabo y te bendigo con todo mi corazón, Dios mío.


Del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32

En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: "La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.

Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".

Palabra del Señor.

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy, Señor, voy a dedicar un momento para estar delante de la Eucaristía para contemplar aquellas veces que me he cerrado a tu amor, aquellas veces que he preferido el pecado, y a lo largo de la semana me acercaré al Sacramento de la reconciliación.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

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